Celebró cuatro ligas con la camiseta del Olympiacós, llevó el brazalete de capitán y fue el emblema de los seguidores de nuestro equipo. Le damos la palabra a Chori Domínguez, que habla a Olympiacos.org sobre los momentos difíciles que estamos viviendo debido a la pandemia, de los buenos momentos que ha vivido con la Leyenda, de la gente del club, de la fórmula que está dando sus frutos y naturalmente del Sr. Evangelos Marinakis y de la afición.
Estamos viviendo una época sin precedentes, ¿Cómo te afecta a ti?
“Creo que estamos atravesando una situación bastante difícil que como ya señaló, no tiene precedentes. Pero debemos adaptarnos, tenemos que intentar superarlo de la mejor manera posible, ser solidarios, ayudarnos los unos a los otros y ayudar a nuestras familias. Nosotros pasamos muchas horas en casa junto a nuestros hijos, salimos para hacer solamente las compras estrictamente necesarias o para ir a la farmacia. Nosotros aquí estamos bien, gracias a Dios. Por otra parte trato de continuar como puedo con mi trabajo, sin viajar, claro.”
¿Cómo están las cosas en Argentina en esta época de la pandemia?
“La verdad es que en Argentina la situación va bastante bien en cuanto a los números, sin embargo hay una gran preocupación por si empeoran las cosas respecto a la economía, al nivel de vida que hay en Argentina. Están bastante preocupados. Pese a que tomamos rápidamente algunas medidas y fuimos más rápidos que en Europa, creo que la situación puede volverse más difícil. En principio hay pocos casos pero es probable que aumenten en el futuro. Esperamos que no se agrave mucho o que sea lo más fácil posible para poder superarlo de la mejor manera y que todo esto termine pronto.”
¿Echas de menos los momentos y la vida como futbolista?
“Lo echo en falta en cierto modo porque creo que no hay nada mejor que jugar. Lo que nos apasiona es jugar a fútbol y nada puede compararse a cuando uno era futbolista. Cuando competía y vivía ciertos sentimientos en el terreno de juego eran sensaciones únicas que tan solo unos pocos o quizás solo los jugadores pueden experimentarlas y describirlas.”
¿Qué es más difícil, ser futbolista u ojeador?
“Son dos cosas totalmente distintas. Cuando eres jugador estás dentro del equipo, te entrenas a diario. Cada día yo pensaba cómo podía mejorar para rendir cada vez más. Esto no para, es un modo de vida. Pero no podría decir qué es lo más difícil. Lo que puedo decir es que evidentemente ser futbolista no se puede comparar con nada.
Al principio de la temporada acompañaste al equipo a Krasnodar y viviste una clasificación más con el Olympiacós. Desde entonces, el Olympiacós ha avanzado bastante en Europa. ¿Esperas que la trayectoria del equipo siga adelante?
“Sí, estaba en Atenas de casualidad y por eso acompañé al equipo a Krasnodar sabiendo que no era esta mi función. Sí, viajé, los acompañé, fue una experiencia diferente puesto que ya no era futbolista. Así vemos cómo pasan cosas que hacer crecer al club. La continuidad con el mismo entrenador, los jugadores que tras un periodo de tiempo juntos se conocen y van ganando cada vez más confianza, tranquilidad y seguridad de cara al partido. Así el trabajo está cada vez más organizado y esto lleva a lograr resultados importantes.”
Pasaste cuatro años como jugador en el Olympiacós celebrando otras tantas ligas, ¿Qué es lo que te ha quedado grabado de este equipo?
“De aquellos cuatro años, con lo que me quedo lógicamente es con los bellos momentos. Con los festejos de cada uno de los títulos. También debo decir que me quedo con el día a día. Los trabajadores, la gente que está a nuestro lado, no quiero decir nombres separados de nadie porque no quiero olvidar a nadie. Pero sí, la gente que nos rodeaba y que trabajaba al 100% para que los jugadores estuviésemos siempre al 100% para que no nos faltara de nada. Esto es lo que recuerdo más. Recuerdo los momentos de los viajes con mis compañeros; varios compañeros porque en cuatro años tuve muchos. Y naturalmente, el continuo apoyo del Sr. Marinakis, el importante apoyo de la Puerta 7 y en general, todos los aficionados del Olympiacós.”
¿Cuál fue el mejor y el peor momento en tu carrera?
“Creo que a lo largo de una carrera es difícil distinguir algunas cosas y situaciones, tendría que analizarlo con más tranquilidad. Porque en todas las carreras hay muchos momentos lindos y muchos momentos malos y considero que muchas veces los momentos malos son los que te hacen evolucionar y aprender. Por tanto, ¿quién sabe cómo distinguir hasta qué punto algo es malo? Porque cuando algo es malo te enseña que hay cosas que tienes que cambiar, cosas que tienes que aprender y seguir mejorando. Yo en mi carrera, gracias a Dios, tuve muchos buenos momentos. El fútbol y Dios me han brindado muchas cosas por las cuales estoy agradecido, feliz, contento y orgulloso de mi carrera.”
Tratándose de un argentino, adquiere mayor importancia la respuesta a la pregunta: ¿Maradona o Messi?
“Personalmente no los comparo ni escojo a ninguno. He visto a Maradona, he visto a Messi. He tenido la suerte y la alegría de verlos jugar a los dos y estoy realmente muy orgulloso de que sean argentinos. Disfruto viéndolos, los disfruté a uno y a otro y no los comparo. Estoy contento y feliz que dos de los mejores en la historia del fútbol sean argentinos.”