La Leyenda salió al terreno de juego con muchas caras nuevas en su alineación. En la portería y con el brazalete de capitán estaba Roberto. En defensa, de derecha a izquierda estaba Elabdellaoui, Botia, Abidal y Masuaku. En el eje del centro del campo se situaban N’Dinga y Kasami, mientras que frente a ellos jugaba Alejandro Domínguez con el 10 en la espalda. En las bandas estaban Doseví a la derecha y Affelay a la izquierda, mientras que Dimitris Diamantakos estaba en punta de ataque.
El 1-0 inicial llegó en el minuto 11 de una espectacular factura. Dossevi dio una carrera por la derecha y cuando vio que ya no podía avanzar más, se detuvo y colgó el balón al centro donde Kasami lo controló llevándoselo delante y preparándoselo para rematar con la izquierda. Su disparo fue un colosal cañonazo que hizo incrustar la pelota en la escuadra derecha de Tambakis logrando el primer gol de la temporada.
El segundo llegó en el 28 en un saque de esquina lanzado por Domínguez. N’Dinga, que estaba en el primer palo, remató girando la cabeza y Tambakis despejó en primera instancia, pero Diamantakos, que estaba al acecho, consiguió girarse y marcar de tiro muy cercano el 2-0 para la Leyenda.
Ibrahim Afellay siguió la estela dejada por sus dos compañeros goleadores hasta aquel momento. El holandés se estrenó en su primer partido con la camiseta de la Leyenda, logrando su primer gol en la Super League cuando en el 32 recibió un excelente pase de Domínguez a modo de asistencia. Recibió la pelota a la altura del área, la controló, se deshizo de su marcador y remató de un potente tiro en medio de la ovación de las gradas.
Lo único que consiguió el Niki Volou es a reducir la diferencia en el 57 mediante una bonita jugada individual de Shkurtaj.
OLYMPIACOS: Roberto, Botia (Papadópulos), Afellay (60′ Ghazaryan), N’Dinga, Domínguez, Kasami, Elabdellaoui, Diamantakos (70′ Benítez), Abidal, Masuaku, Dossevi.